No sé si
existe una expresión en español que logre transmitir lo que significa confort food,
pero sí te puedo contar algo que me pasó recientemente.
Era un día lluvioso, así que saliendo del
trabajo pase por el super con la intención de comprar un paquete de chuletas y
un par de plátanos verdes para hacer un sancocho de habichuelas. Es un plato
que me trae mucha nostalgia y a la vez me reconforta. Cuando estaba en la góndola
de los plátanos, ya tenía la funda en la mano cuando miré hacia una nevera y ahí
estaban, como una revelación, peladitos, limpiecitos, empacados al vacío: todos
los víveres del sancocho. Me apresuré a buscar un paquete que tuviera muchos
pedazos de plátano. Llegué a casa y prepare todos los sazones: ajo y cebolla
picaditos, pimienta verde machacada con sal marina, lo puse todo a sofreir con
las chuletas y un poco de pimienta negra. No tenia tomates, pero si mucho
cilantro, que reservé casi para el final. Cuando vi que el sofrito estaba en
punto le puse dos latas de habichuelas rojas y todos los víveres, y mientras
todo se cocinaba gloriosamente, puse el arroz.
El resultado
fue un sancocho como lo hacia mi abuela. Esa es la esencia del confort food. Una
comida que cuando la pruebas, te sientes reconfortado, feliz, puede que te
traiga recuerdos lindos de tu niñez. Algo que cocinaba tu mamá, o tal vez tu
abuela, que siempre le quedaba rico y tú quedabas con deseos de comer más. Mi abuela hacia, entre otras cosas ricas, el
sancocho de habichuelas, y a ella le quedaba tan delicioso porque el
ingrediente principal era el amor.
Entonces ¿Cuál
es tu confort food favorita?
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