Hace nueve meses y medio mi esposo y yo fuimos rescatados del aburrimiento por Wiggy. No me malinterpretes. No estábamos aburridos de nosotros. Es que simplemente la vida nos cambió cuando ella llegó. Es increíble lo mucho que se puede llegar a querer a una mascota. Verla jugar, crecer, y hasta dormir, es un deleite. Wiggy llena de alegría nuestras vidas y nos permite asomarnos al maravilloso mundo de los gatos. Su ronroneo es una efectiva medicina anti-estrés. Ella nos acompaña mientras escribimos y supervisa todo lo que hacemos. Nos despierta con mimos y nos acicala. Ella nos da la bienvenida cuando llegamos a casa y nos recuerda que no hay nada como el hogar. Te presento a Wiggy, nuestra gatita. ¿O deberíamos decir que somos sus humanos?
Wiggy
Wiggy supervisa un proyecto
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Wiggy estrena collar, placa con su nombre y corazón con bling! |
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